capitulo I
Me llamo Alvaro. vivo en una ciudad muy grande, donde hay muchas personas diferentes a mi. en mi edificios viven putas, drogadictas, paquistanis, árabes, chinos, españoles, gitanos, rumanos, noruegos, colombianos, venezolanos, curas, niños, americanos, azafatas de vuelo, conductores de autobuses, camareros, artistas...y yo.
mi madre esta muy enferma tiene un tumor en los ovarios, ayer fuimos a la peluquería a que le cortaran el pelo, como yo mas o menos, ella lo tiene incluso mas corto que yo. ella me mira y se ríe, dice que ahora con el pelo corto tendrá que ponerse gomina. hace dos semanas le dieron la cuarta sesión de la quimio. es duro ver como a tu madre se le caen los pelos solo con tocarle el pelo tan suave que tiene, empieza a estar mal, ya es la segunda vez que le sucede. ella esta feliz, contenta. ayer cuando le cortaban el pelo lloraba, mi tía que venia con nosotros le decía que no se preocupara, que todo iba a salir bien.
Mi tía solo tenia tiempo para sus cigarros, le atormenta ver que su hermana este así, ella esta sola, solo la tiene a ella y se le hace duro. veía los trozos de pelo callendo encima del suelo blanco, pelos ya sin vida, pelos mezclados entre grises y rubios por las mechas que llevaba.
Mi padre es alcohólico desde hace cuatro años, se ha aficionado a la bebida desde que a mi madre le detectaron el primer tumor. mi padre no esta enamorada de mi madre, ya no la quiere, se le ve en los ojos. y yo mientras sufro por los dos.
Ayer cuando llegamos a casa mi padre nos esperaba en la salita fumando se un cigarro, estaba bastante callado, estaba viendo un programa de television sin prestarle mucha atención. mi padre nos miro y se hecho a llorar, lágrimas puras, lágrimas duras, lágrimas para recoger y esconderla en un baúl para que nadie las pudiera ver; mi madre empezó a llorar se abrazo a mi, suspiro en mi oído y me agarro fuerte la espalda. me quede pensando, entonces mi padre se levanto se acerco a mi y aparte la mirada a unos bultos negros que había al lado mio, dos maletas y dos bolsas con las pertenencias de mi padre. no hizo falta que mi padre le dijera nada a mi madre, ella entro y se fijo en los bultos negros que había justo a mi lado. en ese momento mi vida callo en picado, mi padre se marchaba, nos dejaba aquí, solos a mi madre, a mi hermana y a mi.
En la mano de mi padre, unas manos asperas por los productos que usan en el bar, llevaba una carta, se la dio a mi madre, ella quito la vista, la cogí y mi padre se marcho.
mi madre de los nervios se fue hacia el cuarto de baño, yo me rodee y le dije:-¡papa!. me miro, me sonrió. -no tienes vergüenza con lo que has hecho, que pasa con nosotros, nos dejas así sin mas. que pasa con cada palabra que te he dado, con cada gesto que me has regalado, con cada te quiero que nos has dicho, con cada granito que has puesto. deberás crees que una carta de una sola hoja puede resumir 29 años con tu mujer 21 años con tu hijo y 17 con tu hija. lo ves lógico.
se dio la vuelta, me sonrió y se perdió por el pasillo del bloque, le grite que volviera pero no se dio la vuelta.