viernes, 21 de noviembre de 2008

zapatos negros, que no, que es el gnomo


Destruyéndome

Empiezo a destrozar mi piel, a quemarla con hielo.
Estoy aturdido, tengo asco de mi mismo, tengo odio a mi mano izquierda y vergüenza de mi mano derecha.
Empiezo a temblar, veo y escuchos unos zapatos negros andando bastante deprisa a la misma vez que mi corazón se va parando. El ritmo cardiaco va disminuyendo igual que cuando cierras un grifo y empieza a gotear.
Quieto, pienso en la magnitud de una gota ¿Qué es una gota? Ya no tengo piel, las gotas de hielo que quemaban mi piel la han destruido, ya no tengo uñas, ni dientes, bajo mis pies un charco de gotas de agua y trozos de piel y uñas y dientes y pelos fritos.
Agua que estuvo congelada y ahora en liquido y pronto se evaporara buscando un nuevo lugar donde depositarse.
Toca el turno de mis músculos. Ya no tengo dolor, mis nervios excepto uno, me los he arrancado, no tengo estomago, ni pulmones, me sigo destruyéndo, me sigo derritiendo, ahora es el aire el que hace derretir mis músculos, mis órganos, mis riñones, mi hígado.
Uno de mis nervios sigue conectado a mi cabeza. la parte izquierda de mi cuerpo tiembla y grita, el aire se convierte en alcohol, mi hígado se desprende de mi cuerpo, al caer al suelo se rompe y se multiplica en trocitos, viscosos. Oigo las campanas de la iglesia de mi barrio; aun no se por que siento, oigo, veo y siento aunque no sienta.
Mi cerebro sigue vivo y empieza a respirar por si solo, mi corazón explota ¡¡¡BOOM!!! Alguien lo a oído, ha sentido un dolor fuerte en el pecho y presiento que se estará preguntando, que habrá sido esa explosión, pero el sonido no ha sido como el de una explosión de bomba, es raro. Coge un corazón estrújalo, aprieta y aprieta hasta que reviente y te llene de sangre.
La pared se ha llenado de sangre y trozos de mi corazón hay en todas partes sigo viendo y oyendo, mi cerebro sigue vivo. ¡Increíble!
Ya soy un esqueleto de aquí podía acabar en cualquier instituto, en una de las aulas de ciencias naturales cutres y feas, que lo único que hay de verdad son los seres vivos que van a dar clase, ellos matan a las ranas. Hijos de puta.
veo y siento un pájaro que revolotea por mi cabeza, se apoya en mi cráneo, me mira y empieza a picarme el ojo, empiezo a ver miles de pájaros que vienen a mi y empiezan a picarme todo mi esqueleto, mis orejas y mis ojos, se han cargado mi ojo izquierdo, pero sigo viendo por el derecho y oyendo por los oídos, mi cerebro empieza a respirar, mas y mas y mas fuerte sintiéndose peor, tiene demasiado oxigeno y se derrite saliendo por mi nariz, un liquido viscoso, amarillo verdoso, que va cayendo en mi charco de sangre, de trozos viscosos de mi hígado y corazón, de gotas de hilo que empiezan a evaporarse y que han sido las culpables de que mis músculos se destruyeran, actuando como alcohol.
Ahora no debería de oír, ni ver, ni pensar, pero sigo pensando, oyendo y viendo por mi ojo derecho. Mi esqueleto retumba, tiembla una de mis orejas y cae al suelo, hace reacción química, que hace que le charco se convierta en acido y vaya destruyendo todo mi esqueleto, y mi ojo siente dolor y mi oreja oye el crepitar del acido mientras todo mi esqueleto queda abrasado.
El hombre de los zapatos negros corre mas deprisa y mas deprisa, cuando llega coge un palo de fregona y limpia todo lo que YO he ensuciado, menudo guarro que soy.
El hombre sale de la habitación y choca con otro.

Hombres de zapatos negros: ¿estas bien? Eo, oye, (lo agita) eo despierta, joder despierta,

-¿Qué ha pasado?

El gnomo de mi cuarto: has tenido una pesadilla, venga acuéstate otra vez es muy temprano.

-¡cuidado un pájaro te ataca por detrás! Si a ti, coño a ti que estas leyendo esto.

2 comentarios:

Cristina Quiles dijo...

Vaya, vaya. Ya veo dónde tenía cabida el "crepitar". Son fructíferas las clases, no? si no en si mismas, en la virtud que tienen de hacernos desconectar y volar. Ah, casi me agacho alfinal, sabía que era ficción y aún así no he podido evitar mirar de reojo por si venía un pájaro negro. La verdad es que hay muchos cuervos negros que vigilan nuestra nuca.

emilio dijo...

hola lo que le gusta a uno son los comentarios positivos, de ahi te digo
soy de un lugar, donde los arboles crecen y las nuves se levantan sobre la peña, el cantar de los pajarillos es como el susurro al oido de ese pequeño torrente de agua que alienta nuestro espiritud.
el recuerdo positivo es lo mejor que podemos tener en al muerte, ya que nos reflejaremos en el indefinidamente para toda la eternidad.
animo, que tengas muchos existos.
se lo he puesto a cristina